lunes, 10 de octubre de 2011

Olivos Milenarios de Tarragona y Castellón

“Ulldecona es un pueblo de la provincia de Tarragona, situado en el límite casi con la de Castellón y muy próximo al Mediterráneo. Y es para mí muy especial. Allí viví, de niño, mi primera estancia en Cataluña y allí defendí uno de los casos que más satisfacción me han dado a lo largo de mi vida profesional.
Pero, al margen de esas consideraciones personales, lo que más me gusta de Ulldecona son sus olivos milenarios, unos ejemplares singulares (el Gepec lleva catalogados ya 1.668), de entre mil y dos mil años, que forman la mayor concentración de árboles de este tipo, no sólo de Cataluña sino también de España. Y el conjunto más espléndido (unos doscientos ejemplares) se encuentra en la partida Arion, junto al antiguo trazado de la Vía Augusta, al lado de un poblado romano. La visita a este lugar es obligada si queremos contemplar dos de los tres olivos catalogados como “Arbre Monumental” por la Generalitat de Cataluña (el tercero tiene nombre propio, Lo Parot, y se encuentra en Horta de Sant Joan, en la misma provincia, aunque unos cien kilómetros al noroeste); y como reconocimiento a sus dueños, que han optado por preservar el legado histórico transmitido por los olivos, aunque, como negocio agrícola, el cultivo de estos olivos sea ruinoso.
El olivo es uno de los árboles más longevos que existen. Hasta el punto que todavía se conservan, en el Huerto de Getsemaní, algunos de los ejemplares bajo los cuales oró Jesucristo en su última noche; y, desde el punto de vista agrícola, de los más agradecidos, ya que su fruto, la aceituna, además de darnos uno de los alimentos más básicos y sabrosos de nuestra dieta, el aceite, se puede consumir también directamente, adobada con sosa, ajedrea o sal. Sin olvidar otros beneficios adicionales que proporciona: la leña, su función ornamental, o el simbolismo que como signo de paz representa una rama de olivo.

Hay pocos árboles tan hermosos como el olivo milenario, sea el de la isla de Mallorca, de formas sinuosas y atormentadas por los efectos del aire salitroso y la falta de humedad; la de Ulldecona, vetusta y a veces desgarrada; o la de Kalamata, en Grecia, de gran copa y fruto excelente. Su cultivo es fácil y poco exigente. Y la recolección, laboriosa pero relajante, nos evoca lejanas y entrañables jornadas de la adolescencia.

Pero, por desgracia, si continúa la dinámica de los últimos años, los olivos milenarios de Ulldecona –y los de otros lugares, también- corren un peligro serio de extinción. La imagen de un tráiler por la AP-7 cargado de olivos en dirección norte es hoy habitual. Y produce tristeza verlos pasar, prisioneros en lo alto del camión, deportados hacia el exilio ajardinado de Salou, de la Costa Brava o de Alemania. O de Italia, donde, paradójicamente, está prohibido arrancarlos, pero no ponen ninguna objeción a su importación. Y ha habido ejemplares que, incluso, han sido deportados a California.

Por lo que parece, en las dos últimas décadas se han arrancado unos mil olivos en la comarca del Montsià. Y en los últimos tiempos la actividad expoliadora se ha acentuado. ¿Motivo?: la promulgación, en la Comunidad Valenciana, de una ley de protección de estos árboles, que traslada la presión olivocida hacia el norte, y la noticia, aparecida en la prensa, de que la Generalitat catalana seguirá el mismo camino. Pueden imaginarse la actividad frenética que se observa últimamente en los viveros de la zona. El tráfico de grúas y camiones que van y vienen, cargando a toda prisa, antes de que sea tarde, los centenares de olivos milenarios que tienen almacenados. Se juntan el pan y las ganas de comer: el negocio de los tratantes de olivos y las ganas de vender de los pageses, que ven estos ejemplares como un plan de pensiones en forma de maná llovido del cielo, y temen que una ley acabe con su particular Potosí. Y no son de extrañar estos movimientos, si tenemos en cuenta que el precio de los olivos más caros oscila entre veinte y treinta mil euros, colocados, eso sí, en su lugar de destino.

Ante esta situación la Generalitat y los otros poderes públicos no puede mirar hacia otro lado. Ha de reaccionar. Como reaccionaría si la gente comenzara a llevarse, piedra a piedra, el templo de la Sagrada Familia de Barcelona o el Anfiteatro Romano de Tarragona, porque los dos elementos, piedras y olivos, forman parte de nuestra cultura y los dos merecen una protección similar.

Una forma de acabar con este expolio sería la promulgación de una ley como la de los valencianos. O, mejor todavía: de un decreto ley, por razones de urgencia y necesidad y al amparo del artículo 64 del nuevo Estatut.

Pero, sin duda, la mejor manera de preservar esta riqueza sería su declaración como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. ¿No lo consiguieron El Palmeral de Elche o las piedras romanas de Tarragona? ¿Por qué no los olivos de Ulldecona?”

(extracto del artículo de Francisco Zapater, Sindic de Greuges Universitat Rovira i Virgili y abogado de Tarragona)

En septiembre de 2009 un proyecto, promovido por la Mancomunitat de la Taula del Sénia y la Associació Territori del Sénia, cuyo objetivo es la elaboración de “Aceite de olivos milenarios”, así como su promoción turística, ha sido subvencionado por el Ministerio de Medio Ambiente.
Al mismo tiempo se presentó un inventario de olivos milenarios de la zona, con un total de 4 080 olivos milenarios, localizados en su mayoría en las localidades de Ulldecona, Canet Lo Roig y La Jana.
La principal función de este estudio es ser una herramienta para futuros proyectos de conservación, planes de gestión y otros estudios, para poder mantener, de forma sostenible estos ejemplares, tanto para propietarios como para administraciones. Romà Senar, redactor del estudio, explicaba en declaraciones a COPE que, "gracias al catálogo, se ha demostrado que esta zona es la que acumula mayor densidad de olivos monumentales de toda la península ibérica".
Aqui tienes un enlace con PDF que explica rutas por esta zona, para visitar los olivos.

Existen empresas que comercializa ya este aceite, y esperemos que todo ello ayude para que pare el expolio de este maravilloso patrimonio viviente. Aquí tienes un PDF de propaganda de una de ellas.