martes, 31 de enero de 2012

LA SECUOYA

Estos inmensos seres vivos, han sido objeto de un maltrato por el hombre, sobretodo a finales del siglo XIX y principios del XX, como la tala de una magnífica secuoya (2.530 años) para mostrarla en otro sitio como si fuera una cosa curiosa, o agujerear una inmensa secuoya (2.100 años) para demostrar que por ella podía pasar un coche (esta secuoya, por supuesto, murió en la primera gran ventada que le tocó vivir). Sin comentarios sobre la avidez de las grandes madereras que ven en ellas un producto grande y rentable, y nunca un ser magnífico y antiguo.
Han sobrevivido al meteorito que hace 65 millones de años acabó con los dinosaurios, con su corteza de más de 50 cm resisten el más intenso de los fuegos. Pero no están preparadas para la mayor amenaza en la historia del planeta, el hombre. Debemos proteger a estas maravillas de la naturaleza para que  puedan seguir observando el mundo desde las alturas durante otros 100 millones de años.
Cuando nos acercamos a una secuoya, enseguida nos apabullan sus grandes dimensiones, su forma absolutamente rectilínea, la posición de sus ramas. Sin embargo, una vez cerca de este árbol, al tocarlo, percibimos una energía poderosa, pero al mismo tiempo acogedora; el tacto de su tronco es como el del terciopelo, y si presionamos notamos como se hunden ligeramente nuestras manos. En los lugares donde ha sido plantada alguna secuoya, no tarda mucho tiempo en convertirse en la “sabia anciana”  del lugar, aunque a su alrededor haya árboles más longevos; quizás esto se deba a la antigüedad de la especie, que se transmite a la semilla.
Hay dos tipos de secuoyas: la Gigante (Sequoiadendron giganteum) y la Roja  (Sempervivens). Es curioso que la que recibe el nombre de Gigante, en general no supera las alturas de la Roja, y ésta, sempervivens (siempreviva), tiene menos longevidad que aquella.

Secuoya roja (Sempervivens)
Esta Secuoya alcanza grandes alturas, y en EUA hay bastantes que superan los 100 metros.  Este tipo de secuoya es originaria de la costa oeste de Estados Unidos, desde Oregón a California. Por su gran calidad y color, rojo, su madera, es muy explotada por la industria maderera, pues además de grande, crece rápidamente, sobretodo en los primeros años de su vida. La secuoya de la foto, gigante de Dyerville, de unos 112,8 metros de altura, de 1600 años de edad, fue derribada por el viento en 1991.
 
También podeis leer en este blog, en la página de libros, la aventura de una muchachita (Butterfly) para salvar a una de estas secuoyas de la tala.
Fue introducida en Europa a mediados de 1800, y aunque todavía no han tenido tiempo de llegar a las dimensiones de sus hermanas americanas, se han adaptado perfectamente, y hay algunas que ya son respetables en su tamaño.

Información en Wikipedia


Secuoya gigante (Sequoiadendron giganteum)
Las secuoyas gigantes tuvieron su momento álgido en el Cretácico, hoy en día su hábitat natural se reduce a pequeñas zonas de California. La “gigante” fue introducida en Europa en 1.853 y en España ya se pueden encontrar buenos ejemplares.
En el Sequoia National Park (California), se eleva el General Sherman (ver árboles longevos en este blog), una secuoya gigante de entre 2.300-2.700 años que tiene el honor de ser el árbol más voluminoso del mundo y uno de los más altos.
El General Sherman no es un caso excepcional, hay noticias de secuoyas mayores que cayeron en el siglo pasado víctimas del hacha y el explosivo. Incluso hoy en día hay ejemplares que superan al General Sherman en records parciales, aunque no en peso. Así secuoyas como el General Grant, Boole o Stagg tienen un diámetro mayor al de Sherman, y otras como Hazelwood, Diamond o Hart, la superan en altura.

Información en Wikipedia
Secuoyas gigantes en España y otros lugares

El General Grant rumbo a las estrellas
En 1977 dos naves espaciales, las Voyager 1 y 2, despegaron de Cabo Cañaveral con una misión para la posteridad. Después de explorar los planetas exteriores, desde Júpiter a Neptuno, abandonaron el Sistema Solar, en un viaje de miles de años rumbo a las estrellas, con la esperanza de ser interceptadas algún día por inteligencias extraterrestres. En ellas se ha incluido un disco con información sobre la Tierra, y entre esta información se encuentra una foto de “General Grant” (foto de la izquierda).








(Las fotos de ambos lados están tomadas en España)