Recomiendo este libro, no sólo porque habla de árboles, que también, sino porque nos sitúa en un paradigma inusual en las informaciones que nos dan en noticiarios, documentales y otros.
Habla de la Tierra, Gaia, como un ser que ha adaptado, y adapta todo lo que
llamaríamos vida, y también materia inerte, para que se corresponda con las
nuevas situaciones, calor del Sol, asteroides, … para mantener la vida orgánica
en el planeta, una especie de autoconsciencia que permite que, colaborando unos
con otros, la vida se mantenga y no quede destruida.
En el apartado que habla sobre los árboles éstos no son competidores por la
luz, el agua, los nutrientes, sino que, en su conjunto, un bosque mantiene un
entorno adecuado para la supervivencia del total, incluyendo las plantas i
arbustos que siempre encontramos en su interior.
La teoría que defiende este autor, que basa sus estudios en los hechos
previamente por James Lovelock y Lynn Margulis, se llama Gaia Orgánica:
Regula y adapta el clima del planeta.
Regula la salinidad de los océanos.
Mantiene el agua en la Tierra.
Regula la entrada de energía.
Se recupera, es resistente y resiliente.
Se alimenta i genera residuos, pero con tasas de reciclado típicas de
organismos muy complejos.
Orquesta organismos, que transfieren objetivos y funciones a Gaia.
Aquí hay una entrevista al autor.
Y esta es una conferencia sobre la teoría de Gaia Orgánica.