Todos los seres vivos tienen un tiempo medio de
vida, a partir del cual se deterioran y mueren. Entre los seres más longevos se
encuentran los árboles, aunque no todos lo son igualmente; los hay que alcanzan
un máximo de 30 o 50 años, y otros pueden llegar a miles de años.
A continuación encontrarás una pequeña lista, no
exhaustiva, con los árboles más representativos de ancianidad, desde los más
jóvenes a los más viejos.
Madroño
Árbol
o arbusto de hoja perenne de entre 5 a 15 m de alto, aunque difícilmente
consigue esta altura, puede vivir varias decenas de años. El tronco es rojizo y
agrietado, El fruto rojo intenso, dependiendo de su maduración, es muy gustoso,
aunque tiene fama de ser un poco embriagador si se toma en cierta cantidad.
Este árbol aglutina muchas especies. La más
conocida en nuestro entorno es la que a finales de enero o principios de
febrero, llena sus ramas de una abrumadora cantidad de florecillas amarillas,
muy olorosas. También se le llama mimosa.
Puede alcanzar unos 5 metros de altura, y no es
muy longevo, ya que vive unos 40 años aproximadamente.
Laurel
Árbol de hoja perenne, de 5 a 10 metros de altura, es característico por sus hojas verde oscuro, puntiagudas, y con un agradable olor. Se usa abundantemente en cocina, pues se le considera un buen tónico estomacal. Puede alcanzar los 200 años de edad.
Este árbol mediterráneo es uno de sus árboles sagrados.
Cuando se quería honrar a los héroes en la antigua Roma, se les cubría la
cabeza con una corona de laurel.
Encina
Es el árbol más característico del paisaje mediterráneo.
Forma tupidos bosques en el que vive una gran comunidad vegetal y también animal.
Árbol de hoja perenne, toma un color verde olivo en la época de floración que a
veces, de lejos, puede hacer que lo confundamos con ese árbol.
Su porte es redondeado, y no muy alto, aunque los ejemplares
más longevos, que alcanzan los 300 años con facilidad, y en condiciones
excelentes hasta los 1000 años, pueden tener unos veinte o veinticinco metros
de altura. Es robusto y fuerte, y aguanta bien tanto el calor como el frío,
aunque no está preparado para grandes nevadas que le rompen las ramas.
Haya
El haya crece buscando la luz, y expande sus ramas en
horizontal; eso permite que cuando en pleno verano entramos en un hayedo, el
calor no nos alcance, y podamos disfrutar de un frescor acogedor y relajante.
El haya mantiene su verde primaveral a lo largo de todo el verano, pues crece
en lugares húmedos. Dicen que el haya prefiere los pies secos y la cabeza
mojada.
En otoño nos regala una gama infinita de marrones, ocres y
amarillos, que junto al color anaranjado de la infinidad de hojas que pueblan el
suelo del hayedo, le confieren una luz especial imposible de encontrar en otros
bosques en esta época. Entrar en un hayedo en otoño, justo en los pocos días en
que las hojas cambian de color, cuando la niebla se hace dueña y señora del
espacio, es entrar en un mundo silencioso y mágico.
Puede alcanzar fácilmente los 400 años
Palmera
Es una planta leñosa, que en la mayoría de sus
muchas especies alcanza alturas y formas de árbol. Su tronco y hojas son
características, y es difícil confundirlas con otro tipo de árbol. Las más
abundantes en nuestro entorno son la Canariensis (original de las Islas
Canarias) muy explotada para crear diferentes productos; la Washintonia, que
puede llegar a alturas increíbles, con un tronco fino y unas hojas muy
palmeadas; la Datilera, muy apreciada por sus frutos dulces y sabrosos,
originaria del norte africano.
En España existe el Palmito, una palmera algo
menos desarrollada en altura, muy abundante en la cuenca mediterránea, y cuyas
hojas son muy apreciadas para las palmas que se elaboran para el domingo de
Ramos.
Puede alcanzar los 400 años de edad
Acebo
Es considerado más como un arbusto que como un
árbol, aunque llega al alturas considerables de varios metros. Sus hojas
oscuras y espinosas son características, aunque no muchos saben que sólo son
así si están a pocos centímetros del suelo, pues a partir de cierta altura son
más redondeadas y sin espinas. Esta es la forma que tiene la planta para
defenderse de los herbívoros. También son muy características su bayas rojas, muy
utilizadas como símbolo navideño.
Este árbol puede alcanzar los 500 años de edad.
No alcanza grandes dimensiones, aunque puede
llegar a una edad cercana al millar de años.
Eucalipto
Son de hoja perenne, y formas bosques frondosos,
no tolera el frio, y puede alcanzar la edad de millar de años en alguna de sus
especies australianas. También existen referencias de algunos ejemplares que
han llegado a los ciento cincuenta metros de altura, pero en la actualidad, por
su explotación, y la facilidad con que se propagan los incendios, cada vez más
frecuentes en el mundo, en bosques de este árbol, no hay árboles que sobrepasen
los cien metros.
Abeto
Todo y su crecimiento rápido, este árbol puede
alcanzar el milenio en alguna de sus especies.
No alcanza grandes alturas, aunque si puede hacer
un gran tronco, en muchas ocasiones hueco, y su edad puede alcanzar los mil
quinientos años.
Tejo
No es un árbol que se asocie a otros de su
especie, así que es difícil ver varios ejemplares juntos. Produce unas
substancias, todas ellas tóxicas, así que es difícil que pueda usarse en
remedios caseros. Todo y así es uno de los árboles sagrados de la cultura
celta, cargado de leyendas y misterio.
Roble
Su madera es dura y apreciada en carpintería, pero al ser un
árbol de crecimiento lento, no se le cultiva para este menester. Puede alcanzar
los 40 metros de altura, y llegar a su madurez hacia los 200 años, aunque
fácilmente puede vivir entre 600 y 800 años, y se sabe de algún tipo
centroeuropeo que ha llegado a los 1600 años.
Su madera es muy aromática y no se pudre, de ahí que ha sido
utilizada en material de construcción, por ejemplo en el primer Templo de
Jerusalén, para muebles, como los armarios, en los que no entran insectos que
estropeen la ropa. Todo y así, su madera es relativamente frágil, y se ha usado
fundamentalmente en construcción de barcos, recubrimiento de muros exteriores y
en sarcófagos.
Olivo
Se dice que el primer olivo es el fruto de una disputa entre
Atenea y Poseidón por la soberanía sobre el Ática. Cécrope, primer rey de la
ciudad de Atenas, fue designado árbitro y dictaminó a favor de Atenea, al dar
ésta a la ciudad el olivo.
Jesucristo habla con el Padre bajo los viejos árboles del
monte de los Olivos. Todavía existe algún olivo de esa época en el lugar, que
cuidan con gran esmero los monjes franciscanos.
Su aceite es curativo, pues se usa en úlceras y quemaduras,
así como un excelente complemento de la llamada dieta mediterránea.
En
el mundo occidental estaba antiguamente consagrado a Plutón, cuya frente se
coronaba con su ramaje, y por eso también se solían esparcir sus ramas a las
puertas de las casas de los difuntos. Desde entonces, hace más de veinte
siglos, adorna los cementerios de los pueblos de la cultura cristiana en toda
la cuenca mediterránea. E incluso ha dado nombre a una isla, Chipre, cuyos
habitantes le rindieron culto en épocas remotas.
El
ciprés característico de nuestro paisaje, es alargado y denso, en forma de
huso, y da refugio a muchos pajarillos que lo han adoptado como lugar para
dormir. Puede alcanzar alturas considerables, pero lo más extraordinario es su
edad que puede llegar a los 3000 años.
Alerce
Se pueden construir casas con su madera, y su
madera aguanta muy bien la humedad, prácticamente de forma indefinida. Se dice
que las vigas que aguantan los cimientos venecianos están hechas de este árbol.
Es un árbol muy longevo, y se han conocido
algunos de más de tres mil años.
Secuoya
Han sobrevivido al meteorito que hace 65 millones de años
acabó con los dinosaurios, con su corteza de más de 50 cm resisten el más
intenso de los fuegos. Pero no están preparadas para la mayor amenaza en la
historia del planeta, el hombre. Debemos proteger a estas maravillas de la
naturaleza para que puedan seguir
observando el mundo desde las alturas durante otros 100 millones de años. Sus
grandes dimensiones, en alturas de 100 metros, su tronco rectilíneo, su
longevidad de 4000 años, todo nos indica que estamos ante un ser vivo muy
especial.